Eugenio
Arce publica en Campeche (México) su libro de poemas
dedicados
al futuro.
fotografía: Elena Rosa (Lanza)
"SIEMPRE SERÁ MAÑANA"
"SIEMPRE SERÁ MAÑANA"
Eugenio Arce Lérida
(Torrenueva, 1949) reside y trabaja en Ciudad Real, pero continúa
vinculado a Santa Cruz de Mudela por fuertes lazos familiares y
muchos recuerdos de su niñez y juventud. Detrás de las palabras
busca misterios, para lograr hacer sencillo lo más difícil: que
las divinas musas hablen claro.
Poeta y narrador, en
1989 se incorpora al Grupo Literario Guadiana y actualmente lo
preside. Tiene el bendito don de la paciencia, que le faculta para
“moderar” las animadas tertulias de los sábados, abiertas a
todos los escritores y poetas. Dirige la revista “Manxa”,
colabora en diversas ediciones culturales y con el diario Lanza
desde 1994.
Eugenio Arce ha
publicado “Irreal como la vida misma” (Relatos. Col. y Premio
“Carta Puebla”. Ayuntamiento de Miguelturra, 2010), “Interna
Geografía” (Grupo Literario Guadiana. 2003) y “Yunque de luz
herida” (BAM. Diputación de Ciudad Real, 1996). Ahora llega este
nuevo trabajo de tan hermoso título, “Siempre será mañana”
(Col. “Rosa Náutica”, nº 84. Estado de Campeche -México-,
2012).
Reúne 38 poemas
escritos el año 2011, dispuestos en dos partes, “Un grito en la
niebla” (18) y “Los espejos vulnerados” (20), con unas
emotivas Meditaciones Previas firmadas por el poeta Brígido
Redondo, miembro de la Casa Maya de Poesía: “Eugenio,
ante lo imprevisto de la cotidianeidad, tus poemas tienden ya un
puente entre los poetas y cantores de las dos orillas del mar
nuestro. La vida está adelante y por eso seguimos cantando. Por la
vida.” (p. 11)
Eugenio
Arce nunca olvida que los poetas
son únicamente libres, unidos
a palpitantes corazones. En las plazas observan, escuchan sonidos,
ven luces y sombras, saben que la verdadera cultura siempre brota
de la vida: “(...)
has de luchar:/ tus átomos están en los suaves estambres de las
flores/ y en la íntima luz/ que transita entre dos enamorados.”
(p. 39)
Poner atención a
valores positivos, como el respeto ante las inquietudes de los
demás, facilita que los poetas cumplan bien su pacífica labor:
meditar, reunir palabras armoniosas y componer poemas, conmovedores
versos, esperanzas, caminos de ternura, sentir que nunca es
tarde..., porque “Siempre será mañana”: “Lograron
evadirse/ de todas las arenas movedizas,/ pisaban suelo firme,/ el
que sólo procuran/ los que saben soñar.”
(p. 51)
Eugenio
Arce Lérida viene decidido hasta nosotros y trae mensajes
solidarios, valientes sinceros, con un estilo cercano a la poesía
social, donde se reflejan
también miles de hombres sin rostro, que vagan desdichados por un
mundo siniestro, sin libertad, sin Dios y sin sentido: “Perder
batallas es irremediable,/ pero hemos de evitar que se envenenen/
los impulsos que guían nuestros pasos.”
(p. 20)
José María González Ortega
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