lunes, 2 de julio de 2012
domingo, 1 de julio de 2012
PEREGRINO DE SUEÑOS
Ha visto la luz un nuevo poemario, el primero de una poeta que empezó su singladura hace unos años, habiendo cosechado ya distintos premios y participado en varios libros colectivos, y ahora se asoma a la experiencia de un fruto en solitario.
Elizabeth
Porrero, Ciudad Real 1977, nos entrega “Peregrino de sueños”,
editado por la BAM, dentro de la colección Literaria Ojo de Pez, de
la Excma. Diputación Provincial de Ciudad Real, en el que recoge
treinta y dos poemas nacidos de su propia experiencia, sueños y
peregrinaje por el territorio físico y la búsqueda íntima de los
sentimientos. No tanto los logros, como el proceso mismo, son la meta
de estos versos y lo que aspiran a expresar. Llanuras, valles, cimas,
sendas pedregosas o mullidas, ciudades, lugares públicos o
reservados…, serán los referentes metafóricos, las imágenes que
sirven a Elizabeth para ir tejiendo la red en donde retener la luz
que nos posibilite descubrir, a la vez que lo hace ella misma, lo que
desea hacernos entender. Logros y pérdidas, éxitos y fracasos,
anhelos y despertares difíciles se entretejen al calor de una
búsqueda permanente que adquiere mayor protagonismo que la llegada
en sí. Pero recorramos sus poemas, oigamos su voz y su silencio, con
los que nos sitúa en el amor como punto de salida y retorno. También
el recuerdo.
Es en el
avanzar donde reconoce que poco o nada importa el destino, pues lo
principal es la senda y el final será aceptar que no siempre hay
respuestas o que éstas pueden llegar inesperadamente. Ir lento o
deprisa, por el mismo rincón en donde nacimos o recorriendo el mundo
entero.
Vivir
puede ser ese un instante continuado que se puebla de insinuaciones,
frutos y desengaños; de caricias que nos abren a otras realidades.
El caminante, la poeta, nos entrega sus esperanzas en cada uno de los
pasos, en las palabras escritas y “…acaba preguntándose/ por qué
las cosas bellas/ suelen ser, a menudo, inalcanzables”, por qué
sólo se atesoran sueños y derrotas. Mas hemos de saber, nos dice,
que “…vivir es caminar siguiendo el mapa/ de los sueños,
perdiéndose al buscar/ las señales que indican el deseo”; y
descubrir que, de repente, el camino puede volverse intransitable.
En lo
inesperado nos apunta a la identificación tan imposible como cierta:
“Cómo admiro el silencio de los árboles/ porque deben sufrir
calladamente/ el abrazo tan frío del otoño/ …/ Pero es su pena
sabia e invisible/ y, ante el daño que no puede evitarse,/ se
mantienen erguidos y más fuertes. /Quizás han aprendido/ que no es
su dolor único en el mundo”. Aprender no es fácil y lo hacemos a
lo largo de toda la vida.
Ciudad
Real, 22 de junio de 2012
Esteban
Rodríguez Ruiz
POR EL LIBRO "PEREGRINO DE SUEÑOS" DE ELISABET PORRERO
OBEDIENCIA
I
Sueño
con tus versos, sí,
como
así me recomiendas,
pero
quiero que me entiendas
como
yo te entiendo a ti.
Libando
en tu libro fui
por
su ritmo, embebecido
de
la mano del latido
que
su esencia desprendía;
y
mientras iba y venía
fisgaba
en el recorrido.
II
Su
lectura me agradó
y
me lo bebí de un trago,
van
mis versos como pago
del
sabor que me dejó.
Mi
interior almibaró
con
la miel de su panal;
y
su brillo de cristal
era
de mis pasos guía,
y
a un sueño me conducía
el
dulzor hecho caudal.
III
Mi
tríptico aquí termino
y
apunto con agujillas
que
he visto algunas cosillas
a
lo largo del camino.
No
son ningún desatino
pero
restan pulcritud,
porque
la completitud
que
debían aflorar,
la
deberías cuidar
para
curarte en salud.
Manuel Mejía Sánchez- Cambronero
POR EL LIBRO "SIEMPRE SERÁ MAÑANA" DE EUGENIO ARCE LÉRIDA
CON
SEMEJANTES PIEDRAS A LAS TUYAS
VOY
HACIENDO PARED Y TE DOY CUENTA
DEL
ALBO CONTENIDO DE TU LIBRO
Me
llama la atención de la portada
al
tenderle la vista,
ese
puente de Rembrandt
por
el que gente pasa
y
se avista una barca por su ojo;
y
otra barca a este lado
parece
que quisiera
atracar
en la orilla.
Del
cielo, su color se muestra cárdeno,
en
el entorno hay árboles silentes
con
vestido otoñal;
y
el vacío que se abre a la distancia
parece
querer darle al pensamiento
paso
libre hasta el fondo,
donde
pende un bruma
de
las cuerdas del viento
y
no se alcanza a ver que hay tras de sí.
Me
decido a pasar al interior
del
ejemplar escrito,
Siempre
será Mañana.
La
puerta para entrar abro despacio,
me
encuentro con el prólogo de Brígido,
en
el que claro deja el fondo del poemario.
En
éste ya me adentro libremente
una
puerta tras otra
desnudando
poemas verso a verso,
trepo
en el pentagrama
de
las albas estrofas
con
sugerentes títulos;
y
gozan mis oídos en alto porcentaje
de
la sonoridad.
Ha
llegado en buen día y buen momento
y
agradezco el regalo
con
sus luces y sombras,
del
que aquí cuenta doy según he visto
en
su alma blanca y viva,
en
donde están las pruebas de lo escrito,
que,
como escrito, queda para siempre.
En
el mundo de Dios y el de los hombres,
de
todo hay bajo el cielo,
saquémosle
partido a lo esencial
donde
lo positivo es lo que cuenta…
Manuel Mejía Sánchez-Cambronero
POR EL LIBRO " LOS POETAS QUE PARTIERON" DE LUIS GARCÍA PÉREZ
A
Luís GRACIA PÉREZ, GRAN POETA AMIGO Y COMPAÑERO DEL GRUPO
LITERARIO GUADIANA, POR ESTE MARAVILLOSO LIBRO DE SONETOS,
ESTROFA DE LA QUE ESTOY
PLENAMENTE ENAMORADO, Y QUE LE GRADEZCO ESTE OBSEQUIO, DE GRAN VALOR
PARA MÍ.-
I
Sorbo a
sorbo tu libro me he bebido
y ahora estoy a
lo sumo satisfecho,
tus sonetos
reposan en mi pecho
y para ovar en
él, han hecho un nido.
Bendición
del momento que han venido
haciendo el
recorrido más derecho,
es un gozo que
estén bajo mi techo
para escuchar
su límpido latido.
Con su
tictac me quedo ensimismado,
su sonido me
deja adormilado
con tonadas de
música divina.
Me embriago
con sus notas musicales
repletas de
sonidos especiales,
que son para mi
alma, medicina.
II
Entre un
soneto y otro me recreo,
a su sombra me
pongo mientras tanto,
su construcción
la miro canto a canto
y ni una
torcedura en ella veo.
El vate la
forjó sin titubeo,
sin importarle
el tiempo, tanto o cuanto,
lo que si le
importaba era su encanto;
por eso perfiló
bien su moldeo.
Todo su
empeño puso en lo que hacía,
sus versos los
llevaba y los traía
hasta al fin
conseguir dales su asiento.
Los iba
colocando uno por uno
en el lugar
preciso y oportuno,
dejándose
llevar por su talento.
III
Para este
literario monumento
sesenta y tres
pilastras empleaste,
cada una es un
soneto, que acoplaste
sin argamasa
alguna ni cemento.
Fue tu
imaginación el elemento
al cual con
gran firmeza te agarraste;
y es bien
cierto y verdad que al fin lograste
este templo sin
par, que es un portento.
Cada soneto
encaja de tal modo,
que, al hilo
todos van codo con codo
ablando de
poetas que zarparon.
Que ya no
están aquí en este planeta,
pero de ellos
la historia está repleta;
y un gran
caudal de versos nos dejaron.
DESDE
BERCEO, JUAN RUIZ O GARCILASO
PASANDO
POR LA NÓMINA DE AUSENTES,
LA
PÉÑOLA DE LUIS HACE UN REPASO…
Manuel Mejía Sánchez-Cambronero
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