domingo, 29 de enero de 2023

Primero amé - Elisabeth Porrero Vozmediano

Primero amé tus palabras,
tu alma, engranada en tinta,
los pedazos de tus sueños
vertidos en las letras…

Después te amé en cosas más mundanas:
Tu forma de llevar la gabardina
los jerséis de cuello alto
o algunos despistes tuyos,
de esos, tontos.

Amé también tus objetos,
tus pequeñas o grandes pertenencias:
Las gafas, que tal vez te quites
—si te operas—-,
los cedés de Krahe
que en foto me mandaste,
tu sillón orejero y estampado
o tu bolsa de pilates.

Y amé, por supuesto,
cada célula que hace de ti un hombre,
tus tejidos y tus órganos,
tus dedos, tus ojos,
tu nariz o tu pelo
tu barba, tus mejillas
o el templo sagrado de tus labios.

Te amé de estas maneras
y no sé en cuál de ellas
fue más grande el amor.

domingo, 22 de enero de 2023

La distancia no es el olvido - Antonia Piqueras

La distancia no es el olvido.
No se olvida el dolor
causado por las palabras vertidas
como ácido sobre la piel,
ni las miradas que son como dardos
que se van clavando en los poros
de un alma limpia e inocente.

No se olvida la burla,
ni la risa del desprecio
y aunque sea mucho
el tiempo que haya podido transcurrir
y el espacio que nos pueda separar;
nada se olvida.
Cada imagen queda registrada
en el álbum de la memoria
que se puede visualizar en cualquier
momento o situación.

La distancia no es el olvido.
El olvido llega con la indiferencia
y la valoración que de ti haces.
El olvido llega cuando
las heridas cicatrizan
y curan con el perdón.

domingo, 15 de enero de 2023

Concertino - Andrés Castellanos Gallego

Apenas paran, porque tienen prisa. El arco dibuja escalas en un aire recargado de agobio. Un ligero eco sirve de banda sonora para unos rostros sin expresión. El olor a resina destila el último grito de lamento de un músico muerto que nadie recuerda ya. Arriba, muy arriba, se oyen varios cláxones que ahogan a aquellos incautos y atrevidos capaces de levantar la mirada. La luz no puede inundarlo todo y decide olvidar a los desterrados que todavía interpretan un adagio. Y allí, en medio de la oscuridad, los silencios se alzan con mayor majestuosidad. Y son agresivos, mucho más agresivos que cualquier semicorchea. Por eso los evito.

jueves, 12 de enero de 2023

Salmo 59. Oda a todas las mujeres del mundo - Jesús Urceloy

En el círculo concéntrico de la noche ha entrado el galápago del sueño

y con su triple caminar de búfalo los gobernantes del silencio
-ese acueducto esa ilusión de agua encerrada en un cortaplumas-
conminan a los votantes de derechas al pasatiempo oblicuo de las nubes

siempre en el recuerdo de la rosa hendida
nunca en la amalgama antártica de las manos de Paul McCartney
con exactitud en el tiempo usado por los niños que piden pan
a la puerta del Congreso

cabe que aquellos que culminan las oraciones de los heridos
que los deudores de la sangre vertida en unas manos amigas
que las apaleadas por su conciencia de telebasura
puedan asumir cada falta

cada culpa compleja
en el teclado enciclopédico que los pianistas de jazz
aquellos que ejecutan a la entrada de nuestro hotel de provincias
las verdes partichelas de los culos incómodos
los urinarios de entreguerras
los cuerpos de los amantes que arrastraremos por la calle al amanecer

un hotel ante cuya puerta ha ardido la estatua de cartón de Stalin
y el cuerpo descompuesto de una muñeca de trapo

así
tal vez pueda asumirse cada abdicación
cada anclaje en lo subversivo
como adornarse de plumas y andar sobre ceniza
para la humildad
de las mujeres que lavan sus antebrazos en la fuente de la abundancia

todas las mujeres que han sufrido el desprecio de sus dioses
todas las mujeres
todas las mujeres del mundo

así el círculo de tiza que conduce a la cal y al abrazo
y mi bienestar serán añadidos a la cultura de los dolientes

por eso te quiero dulce amiga
por eso beso tus pies desnudos cuando caminan en el barro
por eso voy a matar esta noche toda la poesía elegiaca

Mariposa de cristal - Álvaro Lozano Calero

Oh Ana,
te echo de menos, tanto,
tanto de menos;
tu silencio cegó mi mano,
como lepidóptero congelado,
mariposa de cristal
que ya no vuela;
tu antes suspiro
ahora quema, quema porque
ya no estás viva, sino fría,
fría como lepidóptero congelado,
mariposa de cristal
que ya no vuela.

miércoles, 11 de enero de 2023

Lorca desde su interior - Manuel Mejía Sánchez-Cambronero

“Como a los cerdos a matar me llevan”
en un lugar de mi Granada nata,
mi viva suspicacia se percata
y ella y mi grito al cielo el hecho elevan.

Mis súplicas no creo que conmuevan
para que traten de evitar la errata,
quien intenta matar al final mata
e incita a otros también a que se atrevan.

Los que a mí me mataron a conciencia,
tal vez no conocían la clemencia
y acabaron a tiros con mi vida.

Tenía ansia de sangre aquella gente,
de darle gusto al dedo era consciente,
preferían el modo y enseguida…

Momia hallada en Karnak - Carlos Vaquerizo Torres

Profanaron mi cuerpo y el recuerdo
de quienes me brindaron las exequias.
Todo lo usurpa la labor del tiempo.
Sin orillas quedaron
profecías y salmos y batallas.
Cada día fue solo la fragua de un adiós.
Hoy admiran los despojos, que lloro
y aborrezco. Pasaron
como un sueño o el silencio del mar
y su naufragio.

martes, 10 de enero de 2023

Te dé lo que te dé la vida - Carmen Lozano

Te dé lo que te dé la vida, te devuelve más de lo que puedas imaginar.
No siempre podemos elegir aquello que se nos pasa por la cabeza, pero sí aquello que haremos a continuación.
Tú, puedes decir o decidir de qué eres capaz.
La actitud es un pequeño detalle que lo cambia todo pero cada mañana puedes decidir cuál será la que te acompañe el resto del día.
Con la actitud correcta conseguirás lo que nunca podrías imaginar.
Escucha tu silencio, trata de olvidar...
Nada es eterno.
El llanto con la risa.
La muerte con la vida.
Es lo que pienso y siento mientras escucho el silencio y el ruido del descanso regalando vida.

Carta del cielo - Felipe Serrano García de la Plaza

«Otra vez te vi
—¡estabas tan guapa!—,
los ojos alegres, el labio mordido;
fantástica, pero, a mí no me engañas.
Las dos rosas gélidas
marchitas y pálidas
decían de invierno del rostro apagado
lo que es sufrimiento y el verbo callaba.
Te veo radiante
desde la distancia;
te vi, te veré, te veo en la ausencia,
y a veces despiertas y enjugo tus lágrimas.
De día caminas
la cuesta, sonámbula;
los ojos alegres, el labio mordido:
tu boca, mi boca, tu flor, mi nostalgia.
La cuesta, la ermita,
la curva, la jara...
La rústica ermita, los pinos,
la verja, y la fuente que sigue callada...
Y subes radiante
y ves las campanas
arriba del pueblo, y ves en la torre
la nube amarilla que tiene mi cara.
Y otra vez te vi,
y estabas tan guapa...
los ojos alegres y el labio mordido,
tu cara divina, tu pelo de plata».

Silencio de un niño - Carmen Caminero

El silencio de un niño
marcea en mi ventana,
triangulando mi aliento
mordiendo su tiempo y el mío.
El silencio de un niño
desvanece mi primavera,
¡ateridas quedaron sus alas
en una melodía de ópalos negros!
El silencio de un niño
marcea en mi ventana,
grita al viento y a las rosas,
arruga la tela de su pecho,
lame la miel de mis abejas,
¡la puerta del celeste se abre en un llanto!
¡llora el celeste desconsolado,
lloran las manos de la tierra,
se rompe su noche y mi sueño
hasta quebrantar las caderas de la muerte!
por el silencio de aquel niño,
por el silencio de aquel niño,
por aquella voz encendida en la nada
que aún marcea en mi ventana…

domingo, 8 de enero de 2023

Regreso - Juana Pinés Maeso

Regreso al corazón, y en él me escondo
para evitar leerme en ese miedo
que firma mis latidos,
para borrarme, a golpes de congoja,
de las amargas páginas
que me estás escribiendo en cada vena.
Nada es como soñé. Has deshojado
los pétalos de aurora y de misterio
que estaban respirando
en la piel de tu nombre.
No me quedan alondras
que enamoren el aire en mi ventana,
ni queda ya una rosa
que quiera proclamarse en inocencia,
ni un cerco de caricias
que ponga boca arriba
el filo de la sangre.
Solo hay lodo y ceniza en estas horas
en las que has apagado la esperanza
y se enciende el silencio,
en estos días negros en que andamos
odiándonos mil veces,
queriéndonos a ratos,
resucitando besos
que no nos pertenecen.
Y en esta hora infausta de quererte
sin gozo y sin motivo
me dice el corazón su desconsuelo
de haberse equivocado nuevamente.

domingo, 1 de enero de 2023

Puentes sobre mi bahía (Eugenio Arce Lérida, Editorial Juglar, 2020) - Luis García Pérez

     No vamos a descubrir ahora a Eugenio Arce como narrador, pues además de varios premios como recompensa a sus dotes de escritor, antes del presente libro, ya tenía publicado Irreal como la vida misma, libro que ya ponía de relieve las cualidades de Eugenio en este sentido.