REFERENCIAS
AMIGO RAFA
Tal
vez sea verdad que toda muerte es prematura, pero algunas lo son, o
lo parecen, de manera concreta y producen un desgarrón similar a
cuando se desgaja una rama frondosa y, aparentemente sana, del tronco
que hasta ese momento la alimentaba. No es sólo el ruido que produce
al caer, ni siquiera la herida exterior que deja a la vista de todos,
lo significativo es la ruptura que supone con el resto de lo que
hasta ese instante había formado un todo que parecía no tener fecha
de caducidad próxima y, sin embargo, eso es lo que nos muestra y
enseña el vivir cotidiano. Y es verdad que ese espacio será llenado
por nuevos brotes, pero no es válido el recurso, ni siquiera la
evocación de esa continuidad diferente que podemos esgrimir desde la
fe los que la tenemos, y Rafa la tuvo y la expresó de mil maneras en
esa capacidad creativa con la que tocaba todos “los palos”.
En su
despedida, otro amigo de luchas y trovas nos lo hizo presente con una
de sus canciones de claro matiz religioso: “Señor mírame”, en
la que nos habla de ese camino compartido, al igual que los de Emaus,
junto a quien realmente merecía la pena hacerlo y al que cuenta
entre sus próximos en el afecto y fidelidad, además de saberlo
incondicional a pesar de las debilidades, olvidos…
Mas la vida, que es variopinta y nos hace recorrer
distintas sendas y visitar diferentes parajes y rincones, nos regala,
al mismo tiempo, compañía, preguntas, respuestas…, y Rafa era una
persona que se preguntaba y cuestionaba por todo, a la vez que hacía
de espejo y frontón. Por eso, cuando no hace mucho le distinguieron,
dentro de la celebración de “Montiel Medieval 2013”, con un
reconocimiento merecido: “Juglar y Caballero”, pero que él ya no
pudo ir personalmente a recoger, no se le ocurrió nada mejor que
poner en “solfa” la distinción y aprovechando el pretexto seguir
haciendo una de las cosas que mejor se le daba, “dar caña”, y
escribió que juglar sí, pero no caballero, que no se reconocía en
ese personaje, “porque es un papel muy feo”, ya que gozan de vida
regalada, intrigas, sobresueldos...
Y en su último artículo publicado en prensa que
había escrito hacía sólo unos días, a propósito de “La Marca
España”, se preguntaba: ¿Qué marca es esa?, al calor de la
situación un tanto lamentable en donde, una vez más, las víctimas
terminan siendo señaladas como culpables.
Pero, más allá de todo ello, y como dijeron sus
hijos en el funeral, Rafa ha sido un buen marido, padre, abuelo,
hermano…, enseñante, educador, luchador en todas las causas, amigo
y, sobre todo, una gran persona que continuará entre nosotros mucho
más que en el recuerdo.
Esteban Rodríguez Ruiz