martes, 29 de octubre de 2013

CIUDAD CENTRAL- REFERENCIA


CIUDAD CENTRAL

Carlos Losada (Madrid, 1975) es el autor de la novela cuyo título he utilizado para encabezar esta columna. Es la primera de sus obras que consigue ver la luz, fruto de la decantación de otros proyectos que no tuvieron la misma suerte.
Ciudad Central, el escenario en el que se desarrollan los hechos, es algo más que una urbe concreta habitada por personas que intentan conjugar su vida cotidiana y los pequeños acontecimientos que aportan ese puntido de felicidad particular, con proyectos más ambiciosos que no siempre encuentran un camino libre de obstáculos, puestos por los que, desde la sombra, mueven los hilos a través de otros que se piensan protagonistas y que no pasan de ser meros peones de la interminable partida que se juega sobre un tablero de ajedrez.
La pragmática se sustantiva en un personaje que maneja la prensa, la gran industria, los negocios…, frente al que se sienta otra figura que se atreve a plantarle cara contra todo pronóstico y probabilidad de éxito valiéndose de la “confianza en el ser humano y en su capacidad para pelear por su dignidad”.
Entre los dos signos que abren y cierran ese paréntesis, un conjunto de personajes que con sus ambiciones y sueños van configurando una trama en la que podríamos reconocer los días vividos por nosotros mismos en estos tiempos convulsos en los que casi nada es lo que parece y abundan los ambiciosos que se prestan a representar papeles secundarios, consciente o inconscientemente, pero que resultan fundamentales para definir estrategias y llevar a cabo las acciones que harán posible que el “gran plan” resulte jugoso y rentable para el que nunca dará la cara o, si lo hace, será de forma absolutamente engañosa.
Policías vocacionales junto a otros corruptos, mafias que se reparten el territorio y los tiempos para conseguir su parte de botín a cambio de ser “útiles”, héroes anónimos, profesionales ambiciosos, historias de la Historia…, todo narrado con una prosa ágil y cuidada que nos va presentando los datos necesarios para mantener el interés, la intriga, la emoción…, y prolongar la acción a lo largo de más de trescientas páginas.
Diálogos fluidos, directos, reflexiones en silencio, notas de prensa, comunicaciones televisivas, mensajes, blog..., se suceden para hacer creíble la propuesta y dar vida a esa ciudad cuidadosamente trazada por el autor en una de las primeras páginas del libro. Barrios, parques, instituciones, establecimientos comunes que se mezclan con otros de dudosa legalidad, un plan ambicioso, una Ley de Ordenación Social que aspira a estratificar y perpetuar el negocio. Todo, incluso el intento de lucha no violenta contra el sistema, se da cita en esta obra recomendable que nos llega en otoño, una época propicia para la lectura pausada.

                                                                       Esteban Rodríguez Ruiz

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