Vicente Cano

Nació en Argamasilla de Alba (Ciudad Real), el 1 de enero de 1927. Escribió sus primeros versos en papel de estraza. Publicó sus libros iniciales por su cuenta y riesgo. Fue reconocido por sus obras y ganó multitud de premios que sería imposible resumir aquí, tanto fuera como dentro de España.

Amó a su pueblo natal, a La Mancha y a su gente, como amó la poesía: de una manera transparente y pasional.

En sus últimos años dedicó más tiempo a sus amigos, a este Grupo Literario "Guadiana" y a nuestra revista "MANXA" (labores -estas últimas- que dirigió desde 1975 hasta su fallecimiento). Tiempo que restó a su propia creación y, especialmente, a la publicación de sus obras. Por eso, al morir dejó un puñado de hijos de tinta (entiéndase, libros) y un montón de hijos espirituales -los que aprendimos de él, los que amamos su poesía o los que le recordamos-.

Al leer estos poemas hoy, nos damos cuenta de que no se ha ido del todo, que sigue entre nosotros, aunque falleciera en julio del año 1994.

Entre sus poemarios publicados destacamos: Inquietud (1969); Cuando Nunca Sea Tarde (1979); Gentes de Luz y de Asombro (1984); Amor es una Lluvia (1986); Poemas de la Cuerda (1987); Versos para la Sed (1991); El Fulgor de las Raíces (1991); Presencia del Regreso -Antología Poética 1969..1994- (1994) y Alcor de Resplandores (1999).

Su obra, además, aparece recogida en diversas antologías y obras colectivas como: Iª Antología del Grupo Literario Guadiana (1971); Los Poetas del Guadiana a Alfonso X el Sabio (1984); Antología del Grupo Guadiana (1986); Cien Poetas en Castilla-La Mancha (1986); A Santa María del Prado en su IX Centenario (1988); Homenaje a Gerardo Diego (1988) y Daya Nueva de la Poesía: 25 Años de un Certamen (1993).

TU DELIRIO Y TU CINCEL

-Al pintor Jesús Millán-

El color tiene mil nombres
en tí encuentra mil ganancias.

Tus pinceles tensan pulsos
por auroras inventadas.
Tus cuadros ganan su espejo
por dominios de la magia.
Si buscar es tu misterio
y tu realidad más clara;
si la idealidad les abre
a tus figuras su alma,
su mensaje y evidencia,
su maravilla y su gracia,
hay que decir que el delirio
es tu razón y tu causa,
es tu cincel de creador,
es tu enseña y es tu escala...
Y es el viento que te lleva
a infinitas resonancias.