miércoles, 13 de febrero de 2013
MARCAPÁGINAS POEMAS DE AMOR
domingo, 10 de febrero de 2013
CARLOS BAOS GALÁN
NOTA
BIO-BIBLIOGRÁFICA
Nació
en Almodóvar del Campo (Ciudad Real), aunque reside en Pamplona
desde 1974. Realizó estudios de Derecho en la Universidad de Madrid
y es cofundador del Grupo Literario “Guadiana” y Director
de ‘Medialuna Ediciones’, de Pamplona.
En el ámbito nacional tiene diversos premios, de los que cabe
reseñar: “Día de las Letras”, de Ciudad Real; “Ciudad de
Ponferrada”; “Alcaraván”, de Arcos de la Frontera; “Ciudad
de Puertollano”; “Amantes de Teruel”; “Arga y Ciudadela”,
de Pamplona; 2º Premio XX Certamen “Vicente Aleixandre”, de
Madrid; “Bilaketa”, de Aoiz; “Juan Alcalde”, de Valdepeñas;
“Francisco de Quevedo”, de Villanueva de los Infantes; “Poesía
mística en honor a santa Teresa de Jesús”, Malagón; “Ángel
Crespo”, de Alcolea de Cva.; “Premio a la Creación Literaria del
Gobierno de Navarra”, Pamplona 2000 y “Odón Betanzos Palacios”,
de Rociana del Condado, Huelva y en el internacional: Accésit del
“Certamen Iberoamericano”, de Nueva Cork..
Ha
realizado y realiza numerosas colaboraciones
en prensa y radio y sus poemas aparecen en varias antologías.
Entre
sus libros publicados destacan: Con la tierra
y el agua; No cruzarás
en vano este planeta; Todavía
naciendo; Con más
poder que el tiempo; Tanto
y ningún prodigio; Nada
menos, nada más; Celebración
de lo escondido y La
piedra imantada. Falleció el 6 de diciembre de 2009.
LA NOCHE DEL SENTIDO
Es un ser y no ser. Y un perdido
Y un sentir -quién lo sabe- qué consuelo
de qué dolor de qué suave flagelo
que inflama el más allá de lo sentido.
Y es convencerme y no
estar convencido
de
que un ansia -no sé de qué ave en celo
que
ser parece el alma- mueve el velo
que
oculta lo que nunca he comprendido.
Y
es un ahogo. Y es demasiada
luz
de no ver, llevándome a estar cierto
de
que, ahondado el mirar, lo ciego aumenta
y
más me hace testigo de mi nada.
(¿O
de otra realidad en la que advierto
que
me salvo de mí sin darme cuenta?).
Noche
de tal sabor a cautiverio,
y
a horizonte, y a soplo de un misterio
que
viene y va, confunde y apacienta
a
este ser y no ser, en donde cabe
que
sólo el corazón sepa la clave
de
qué es lo cierto cuando no se inventa.
Lo
cierto de mi ser más escondido,
mejor
hallado cuanto más perdido.
PASCUAL ANTONIO BEÑO GALIANA
NOTA
BIO-BIBLIOGRÁFICA
Natural
del Manzanares (Ciudad-Real), pertenece a
la generación de poetas manchegos formada por niños de
la Guerra Civil de 1936, y que aparecieron
en los años cincuenta y sesenta del pasado
siglo: Arteaga, Baos Galán, Cabañero, Crespo, Torres, Del Hierro,
Mena Cantero, Cano, Escribano, López Martínez, Fernández
Arroyo, Corredor Matheos, González Lara, Morales Bonilla y Fernández
Molina.
Se
da a conocer en las reuniones literarias de
Ruidera, celebradas de 1963 a 1971, y de las que fue
organizador y secretario. Publica su primer libro de
poesía en Argentina en 1963.
Entre
sus principales libros sobresalen: Poemas;
Letreros y pintadas;
Barro y Soplo;
Fernando;
Amantes de amor oscuro;
Tragedias cotidianas;
y las antologías Exilio en la Tierra
y Antología poética (1947-2002).
Posee
varios premios y ha colaborado en importantes
revistas poéticas. Asistió en Namur (Bélgica) al Congreso de
Poetas de las Regiones de Europa representando a Castilla La
Mancha y a Andalucía.
También
cultiva la narrativa con unas veinte novelas
escritas y más de un centenar de cuentos; el teatro, con
treinta piezas en su haber, algunas representadas con
éxito; el periodismo, con dos millares de artículos y
la crítica literaria.
Según
palabras de la hispanista Françoise González-Rousseaux que le
tradujo al francés, “la poesía de Beño,
bajo la apariencia de gran diversidad de temas, sigue dos
tendencias esenciales: de una parte, el hedonismo, el erotismo y la
moral de la felicidad inmediata del carpe diem;
de otra parte, la poesía, ya sea populista, intimista, social
o mesiánica denota gran preocupación por la conducta
de los hombres y la suerte de este mundo”. Francisco Umbral
dijo: “Beño no abandona en ningún momento su acento de sencillez.
La emoción que pueda acarrear su poesía está
ahí, dicha o no dicha, pero nunca falseada por la retórica, porque
no quiere engañarse ni engañarnos”.
Falleció el 10 de julio de 2008.
CARPE
DIEM
Confórmate,
te pido, con el milagro cotidiano
que
cada nuevo día nos reserva.
Goza
la trascendencia de las horas,
de
lo fugaz disfruta intensamente
sin
el orín-nostalgia del pasado
sin
la zozobra-angustia del porvenir incierto.
Atrapa,
vive, siente la eternidad
de
veinticuatro horas
-metáfora
constante de toda tu existencia-.
La
mañana de sol recién parida, despertar
la
sorpresa de estar vivo,
la
verde libertad de los semáforos.
Disfruta
de la luz del mediodía,
la
playa luminosa,
el
abrazo del sol, entregado y desnudo.
De
la tarde disfruta,
cuando
arrastra las sombras
y el
paisaje maquilla de oscuridad y ausencias.
JULIÁN MÁRQUEZ RODRÍGUEZ
NOTA BIO-BIBLIOGRÁFICA
Nació en Ciudad Real en el año 1927. Está jubilado como
funcionario de la Excma. Diputación Provincial de Ciudad Real. Es
miembro del Grupo Literario “Guadiana” desde su fundación.
Ha
publicado, entre otros, los siguientes poemarios: De
pie sobre mi tierra (1974); Sangre
compartid, “Premio Amantes de Teruel”
(1975); Apunte de soledades
(1976); El sonoro temblor de la palabra
(1984); Memoria de los ídolos
(1989); El huerto,
“Premio Ciudad de irán” (1990); Días
en la tierra (1994); Los
sueños encontrados, “Premio Carta
Puebla”, Miguelturra (Ciudad Real) (1995); Crónica
inconclusa, Accésit “Premio Rafael
Morales”, Talavera de la Reina (Toledo) (1995); Bécquer:
memoria de un olvido (2003); El
lago (2004); Las
cartas boca arriba, VIII Certamen
Nacional de Poesía Ciudad de Puertollano (Ciudad Real), “Premio
Manuel Muñoz Fernández” (2004); Entre
el desdén y el éxtasis (2005) y El
corazón y sus alrededores, “Premio
Excmo. Ayuntamiento de Ciudad Real” (2005). Falleció en el mes de julio de 2008.
ORACIÓN POR EL AGUA
“Pienso en mi sed, Señor,
mi sed de todo”.
Juan Alcaide Sánchez.
1
Pienso
en la sed, Señor, la sed de todos
los que formamos la familia humana,
esta sed infinita y cotidiana
que nos asedia de distintos modos.
¡Cuánto camino, Dios, cuántos recodos
hay que salvar! ¡Y el agua tan lejana!
¡Cuánto hambriento gusano en la manzana
de nuestros pasajeros acomodos!
La presencia del agua, su latido
de lúcido cristal es lo que pido,
su gloriosa y benéfica simiente.
¿Hasta cuándo, Señor; esta tortura,
este peregrinar a la aventura,
esta terrible sed que el alma siente?
martes, 5 de febrero de 2013
RAFAEL SIMARRO FERNÁNDEZ DE SEVILLA
RAFAEL SIMARRO FERNÁNDEZ DE SEVILLA
NOTA BIO-BIBLIOGRÁFICA
Nació en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), el 21 de octubre de 1929.
Su
temprana vocación poética la desarrolló en su ciudad natal, donde
residió toda su vida. Colaborador del diario “Lanza” y de la
revista “MANXA”, miembro del Grupo “Guadiana” y de la Orden
Literaria “Francisco de Quevedo”, contaba en su haber con varios
premios de poesía y había dado conferencias y recitales por
diversos lugares de la geografía española.
Su
primer libro de poemas publicado fue Canto de amor para este mundo
altivo (1977), al que siguieron Sonetos del hombre y de la
tierra (1981); Libro de romances (1948); Versos de la
Buena Nueva (1988); Cantares y otros poemas (1988) y
Décimas al carboncillo (1992).
Poeta
profundo, de corte clásico en las formas, para quien la poesía no
tenía otro sentido que “llevar al hombre la inmortal noticia”
con palabras pulcras y cabales. El humanismo, el sentido religioso (a
veces desgarrado) y la elegante ironía fluyen en sus versos,
formando el caudal preciso por el que transcurrió su vida y su obra.
Sus
versos figuran en varias antologías y en el libro Homenaje a
Alfonso X el Sabio (1984).
Falleció
en Villanueva de los Infantes el 13 de Septiembre de 2001.
TENGO
EL TIEMPO CONTADO Y SE ME OLVIDA
Tengo
el tiempo contado y se me olvida
que
se aprende a morir desde la cuna.
Tengo
muy poco sol y mucha luna
y la
hora de Dios comprometida.
La
jornada final está cumplida.
Me
he jugado a una carta la fortuna;
cruzaré
el estertor de la Laguna
con
el último aliento de la vida.
Que
esta humana ansiedad es una carga
para
el triste mortal que la soporta.
Aprendiendo
a morir, la vida es larga,
aprendiendo
a vivir, la vida es corta;
pero
siempre cruel y tan amarga,
que
tener que morir poco me importa.
NEFTALÍ MULAS FERNÁNDEZ
NOTA BIO- BIBLIOGRÁFICA
Nació
en Gomecello (Salamanca) en el año 1927. Estudia en las
Universidades de Salamanca y Complutense de Madrid, licenciándose en
Filología Hispánica y ejerciendo como docente en distintas ciudades
y centros, entre ellos en el “Santa María de Alarcos”, de
Ciudad Real.
En
su haber poético cuenta con tres libros: Gritos ocultos
(1982); El tío Caleño o poema charro y otros poemas (1983) y
La palabra ocre (1991). También publicó el drama La cruz
de los casados (1981) y la novela titulada Las noches del
Parajas (1985).
Falleció
en Ciudad Real en el mes de julio de 1992.
AMARGA
SOLEDAD
¡Solo
me encuentro, mi amor,
Sólo
entre paredes blancas!
¿Te
acuerdas cuando la luna,
en
la salmantina plaza,
iluminaba,
encendida,
nuestras
vaporosas caras?
¡Solo
me encuentro, mi amor,
Sólo
entre paredes blancas!
¿Te
acuerdas, al esperar
las
solemnes campanadas
de
media noche estival,
cómo
tan tierna mimabas?
¡Solo
me encuentro, mi amor,
Sólo
entre paredes blancas!
¿Te
acuerdas cuando los besos,
de
tu corazón la estampa,
ese
profundo cariño,
en
mis labios estallaban?
¡Solo
me encuentro, mi amor,
Sólo
entre paredes blancas!
¡Y
qué desdicha sin luna!
¡Qué
desventura sin plaza,
pues
las doce que aquí escucho
me
son sonidos sin alma!
Del
libro Palabra Ocre.
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