Una elegía urgente para Almudena Grandes
Ahora que se detuvieron en tu pecho
tus sístoles y tus diástoles
y se te quedó El corazón helado,
ahora que tempranamente te llevó el silencio
y nos toca, casi callados, llorar de negro:
¿Quién gritará contra la herida perpetua?
Ahora que se enmudeció tu voz rasgada
de tabernera cuentacuentos,
y se apagó tu sonrisa de madre Frankenstein.
Ahora que nos toca llorar de rojo,
vagar perdido y sin rumbo
por el atlas de geografía humana
de esa España de los besos en el pan,
esa otra España derrotada
en aquella incivil guerra interminable:
¿Quién nos construirá ahora, castillos de cartón?
Ahora que también nos toca llorar de morado
con todas aquellas mujeres que nos contaste,
con Lulú, con Malena, con Inés,
llorar a coro con tantas y tantas ninguneadas
ya sin edades, ni tangos, ni alegrías:
¿Quién dará luz ahora esos modelos de mujer?
Deambulaste por todas las estaciones de paso
llenándolas con todos los colores tu pluma,
y ahora solo nos queda llorar a grito pelado
el arcoíris de grises de tu ausencia.
La muerte, compañera, te ha dejado en la esencia,
solo queda de ti palabras y memoria
que ordeno y clasifico tristemente
en las estanterías de mi corazón:
¿Quién nos consolará ahora de los aires difíciles?
domingo, 30 de octubre de 2022
Palabras y memoria - Francisco Doblas Arjona
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